Nuestra angustia a los pies de Cristo


Muy buenos días que Dios llene nuestros corazones con su luz de verdad, y este día El nos ayude a salir de aquellas cosas que producen angustia y tensión mental, y que podamos dar gracias por todas las cosas que hoy vengan a nuestras vidas; el mensaje de hoy está en Romanos 35: ¿Quién nos separará del amor de Cristo, ¿Tribulación, o angustia, o persecución, o hambre, o desnudez, o peligro, o espada? Romanos 8:35, 
La angustia es una tensión mental o física impuesta por dolor, problema, preocupación, pena, miseria, ansiedad e infelicidad. Todos conocemos la angustia. Las tuberías congeladas, el drenaje tapado, la comida quemada, el coche no enciende, etc., lo cual nos causa tensión mental y física. En nuestra inmadurez espiritual y percepción enfermiza de la realidad, imaginamos que la forma de salir adelante cuando las cosas aparentemente están yendo en sentido contrario, es con resentimiento y enojo. Pero la palabra de Dios nos enseña: 18 Dad gracias en todo, porque esta es la voluntad de Dios para con vosotros en Cristo Jesús 1 de Tesalonicenses 5:18.
Experimentamos muchas emociones malignas antes de que hayamos aprendido a ser como Jesucristo y su voluntad rendida y humilde en dar gracias. 
Dios permite angustia y estrés dolorosos para poder revelar nuestra fe y confianza inmadura en Él y para revelar la estatura madura de la carne, la cual nos hace inquietarnos, murmurar y quejarnos en nuestra alma y espíritu. Nuestra orgullosa mente carnal y voluntad humana deben ser expuestas para que podamos confesar y arrepentirnos ante Jesús y remover nuestra vieja y orgullosa naturaleza y reemplazarla con Su naturaleza humilde de longanimidad, paciencia, rendición y confianza. Hermanos, el día de hoy vengamos a los pies del Cristo para que el renueve nuestra vieja y orgullosa naturaleza para que nuestras angustias sean puestas en El sabiendo que El es la cabeza de todas las cosas. Que Dios bendiga su día y los amamos en el amor de Jesucristo.
Redacción: Rev. Natanael Montes de Oca