Parábola del hombre noble

PARÁBOLA:
HOMBRE NOBLE.


Estamos estudiando el tema de reinar y gobernar sobre las posesiones y esta cuarta parábola nos muestra como gobernar sobre las posesiones espirituales a través de esta estatura espiritual:
                                                                  
LA JORNADA DEL HOMBRE NOBLE.
Lucas 19: 11  Y oyendo ellos estas cosas, prosiguió Jesús y dijo una parábola, por cuanto estaba cerca de Jerusalem, y porque pensaban que luego había de ser manifestado el reino de Dios. 
Como el final de Su Jornada terrenal se acercaba y Su Crucifixión estaba a la mano, Jesús habló a Sus discípulos esta parábola para iluminarlos en lo concerniente a los eventos que en pocos días sucederían.
Los discípulos esperaban que Jesús presentara un reino de gran poder y gran pompa terrenal; esperaban llegar a Jerusalem y ver a Jesús vestirse de gloria y tomar el trono para Sí. Pero Jesús trató de rectificar sus esperanzas y rectificar sus pensamientos erróneos a través de esta parábola, pues aunque Sus discípulos habían estado sentados a los Pies del Maestro por espacio de 3 años y medio, fallaron en entender lo necesario en lo referente a la Cruz.

Los discípulos estaban la llegada inmediata del Reino, esperaban que Jesús fuera inmediatamente el Rey de los Judíos. Así que Jesús empezó por enseñarles que tendría que pasar un largo tiempo entre la Cruz y el Trono, ya que la Palabra de Dios declara que antes del honor viene la humildad, y fue precisamente ahí donde los doce discípulos fallaron en discernir esta enseñanza.


A.- PARTIENDO.  Verso 12:   Dijo pues: Un hombre noble partió a una provincia lejos, para tomar para sí un reino, y volver.  Jesús sabía que muy pronto partiría de este mundo, de ahí que usó la figura de un cierto hombre noble viajando a un país lejano, lo cual representaba que Él regresaría con Su Padre Celestial, a Su Hogar Celestial.
B.- RECIBIENDO.-  El Noble fue en su jornada hacia un país para tomar (recibir) un Reino. De la misma manera que Jesús, el Hijo de Dios tuvo que regresar a Su Padre Celestial para re
cibir el Reino para siempre jamás.
C.- REGRESANDO.-  Como el hombre noble tuvo que ir, de la misma manera tendría que regresar. La segunda Venida de Jesucristo será para establecer Su Reino en la tierra, pero Su Reino y Gobierno empezará hasta que la Esposa esté a Su lado.
LOS SUBDITOS DEL NOBLE.
Lucas 19: 13:   Mas llamados diez siervos suyos, les dio diez minas, y díjoles: Negociad entre tanto que vengo.
A.- LOS SIERVOS.-  Diez siervos fueron llamados y ellos respondieron a la voz del hombre noble, la voz de su amo. Como ellos eran “sus siervos” entendemos que aquellos representan a los cristianos porque estos también son, súbditos del Reino.
B.- LOS SIERVOS RECIBIERON.-  El noble llamó a sus siervos junto a él para darles una mina a cada uno de ellos. Antes de que podamos recibir cualquier cosa de Jesús, primero debemos oír Su Voz y entonces podemos responderle, obedecer y venir a Él.
Es de notarse que cada siervo que acudió recibió el mismo don.  Los números en la Palabra de Dios nos muestran significados espirituales y el número UNO significa: UNIDAD.
Cada cristiano empieza su jornada espiritual de la misma manera y con la misma medida de unidad comprada con la Sangre del Señor Jesucristo.  Ninguno podemos acusar al Señor y decirle que comenzamos en desventaja con algún otro. Esto es imposible porque todos los siervos de nuestro Rey Jesús comienzan igual: Su Mina de Unidad con el Amo.
“Negociad entre tanto que vengo”  La palabra NEGOCIAD significa: Comerciar. Comprar, vender. En el sentido espiritual, antes de que podamos comprar y hacer negocios con Dios, primero tenemos que vender.
Vender significa: Entregar, transferir a otro, dar algo en consideración, deshacerse de alguna cosa, deshacerse de su propiedad completamente.  Por lo tanto la enseñanza es que si vamos a negociar, tenemos que separarnos, deshacer o vender cualquier cosa que nos estorbe en nuestro camino. 
Por cada cosa que nosotros nos deshacemos, nos da una igual medida para comprar nuevamente, no podemos comprar más de lo que estamos vendiendo.
La Palabra de Dios nos enseña lo que nosotros podemos vender:
Vender significa: Entregar, transferir a otro, dar algo en consideración, deshacerse de alguna cosa, deshacerse de su propiedad completamente. 
Por lo tanto la enseñanza es que si vamos a negociar, tenemos que separarnos, deshacer o vender cualquier cosa que nos estorbe en nuestro camino. 
Por cada cosa que nosotros nos deshacemos, nos da una igual medida para comprar nuevamente, no podemos comprar más de lo que estamos vendiendo.


La Palabra de Dios nos enseña lo que nosotros podemos vender:

1.- Vender ídolos.
2.- Vender los estorbos.
3.- Vender las vestiduras de auto justicia.
4.- Vender todo.



1.- Vender los ídolos de las Posesiones.- 

Mateo 19: 20 – 22:       
20 Dícele el mancebo: Todo esto guardé desde mi juventud: ¿qué más me falta? 21 Dícele Jesús: Si quieres ser perfecto, anda, vende lo que tienes, y dalo a los pobres, y tendrás tesoro en el cielo; y ven, sígueme.  22 Y oyendo el mancebo esta palabra, se fue triste, porque tenía muchas posesiones. 

Esto se refiere a un joven rico que se acercó a Jesús y le preguntó que hacer para saber el camino a la perfección (madurez), pero sus posesiones eran su ídolo en su vida. 
Este joven vino haciendo alarde de su relación con los demás, pero Jesús puso el dedo en su relación con Dios, porque Jesús sabía cuál era su ídolo.
Su amor por los bienes y sus posesiones terrenales; así que Jesús le ofreció: “Ve y vende todos lo que tienes y repártelo entre los pobres…y sígueme”  
¿Estaba realmente el joven emocionado al saber como alcanzar el camino de la perfección?
No, porque las palabras de Jesús tocaron el ídolo que estaba escondido en su corazón, y cuando esto sucedió, se alejo muy tristemente.
Así pasa con nosotros algunas veces. Decimos que queremos seguir al Señor, ir adelante con Dios, crecer hasta la perfección, a la completa estatura espiritual de madurez en Cristo Jesús, pero cuando Dios comienza a poner el dedo en los ídolos de nuestra vida, entonces nos alejamos tristemente.
Pero si queremos aumentar nuestro poder de compra con Dios y aumentar esta décima parte de UNIDAD con Él, entonces debemos desear vender los ídolos de las posesiones que llenan nuestros corazones.
Solamente cuando seguimos vendiendo, tenemos muchas oportunidades de seguir comprando y de esta manera llegaremos a la perfecta UNIÓN con Jesús y la única y más alta relación con Su Gloria.
Empezamos con una mina de UNIDAD cuando somos hechos UNO a través de la Sangre, pero es otra cosa muy diferente cuando queremos ser UNO con Su Gloria.

2.- Vender los Estorbos.
Lucas 12: 33 – 34         
33 Vended lo que poseéis, y dad limosna; haceos bolsas que no se envejecen, tesoro en los cielos que nunca falta; donde ladrón no llega, ni polilla corrompe. 34 Porque donde está vuestro tesoro, allí también estará vuestro corazón. 

Debemos vender nuestros estorbos carnales y terrenales.
Esto es buen sentido común para cualquier hombre de negocios; descargará sus estorbos aún cuando estos estorbos lo hagan perder parte de su negocio o éxito espiritual.
Obviamente no podemos tener nuestro corazón en dos lugares al mismo tiempo.

En otras palabras debemos considerar lo que la Palabra de Dios dice: No podéis servir a dos señores….al mismo tiempo.
Ahí donde ponemos nuestro tesoro, ahí también ponemos nuestro corazón.


Entonces, si Jesús es nuestro Tesoro, entonces nuestro corazón permanecerá junto a Él, pero si nuestra posesiones son nuestro tesoro, entonces nuestro corazón estará en ellas. 
A pesar de cuan grandes sean nuestros tesoros carnales, debemos venderlos porque son estorbos que no nos dejarán acercarnos ni comprar el Tesoro más grande, la UNIDAD con el Señor Jesucristo.

3.- Vender las Vestiduras de Auto justicia.-  
Lucas 22: 35 – 36     
35 Y a ellos dijo: Cuando os envié sin bolsa, y sin alforja, y sin zapatos, ¿os faltó algo? Y ellos dijeron: Nada. 36 Y les dijo: Pues ahora, el que tiene bolsa, tómela, y también la alforja, y el que no tiene, venda su capa y compre espada. 

Esto fue hablado justamente antes de que Jesús fuera al Gethsemaní, después de lo cuál, fue a la Cruz Del Calvario. Jesús había instruido a  Sus discípulos a vender sus vestiduras y comprar espada, estas eran un tipo de vestiduras de auto justicia, y al comprar “espada” les iba a enseñar una lección acerca del verdadero espíritu y voluntad, porque la “espada” fue puesta en sus manos para probarlos, porque solo con la espada en las manos, sabrían que espíritu había en ellos; obedecieron a las Palabras de Jesús y fueron al Jardín de Gethsemaní con Él, pero se durmieron, repentinamente los soldados aparecieron en medio de ellos, dispuestos a prender a Jesús, Pedro desenfundó su espada y cortó la oreja de uno de los siervos del sumo sacerdote, pero Jesús restableció nuevamente la oreja en su lugar.
Pedro tuvo que aprender que él no podía redimir la situación con una espada carnal.
Este espíritu está dentro de todos nosotros, pero la vestidura de auto justicia no la podemos ver.
Es nuestro espíritu carnal lo que hace que les cortemos las orejas a las personas, pero eso no va a hacer que ellos reciban a Jesús, eso es solo una demostración de nuestra carnalidad.
Tampoco pensemos que vamos a trabajar por Dios o gobernar sobre la Casa de Dios si vamos solamente cortando orejas a la gente, todo esto lo hacemos con nuestros pensamientos carnales, y solo desaparecerán cuando Jesús venga y crucifique esta porción de nuestra voluntad carnal.
Es muy fácil a nuestro hombre carnal, acuchillar con nuestra espada carnal a cualquier otro que contraríe nuestra voluntad.
Fue necesario que Jesús mostrara este principio a Pedro. Y si vamos a crecer hasta tener una UNIDAD con Jesús, siendo UNO con Su Naturaleza, entonces debemos aprender esta lección.

Debemos vender nuestra vestidura de auto justicia y permitir a Dios exponer nuestra espada carnal con la que nos cortamos los unos a los otros.
Si queremos tener más poder de comprar con Dios, entonces tenemos que vender nuestras vestiduras y entregar estas cosas en las Manos de Dios.
4.- Vender Todo.- 
Mateo 13: 44      
Además, el reino de los cielos es semejante al tesoro escondido en el campo; el cual hallado, el hombre lo encubre, y de gozo de ello va, y vende todo lo que tiene, y compra aquel campo. 

Cuando empezamos, no lo hacemos vendiendo todo, pero después que hemos estado vendiendo poco a poco a Dios todas aquellas cosas que nos estorban, una tras otra, entonces estamos listos para llegar a este lugar final en donde podemos vender TODO. Sin dejar absolutamente nada detrás, sin tener ninguna reserva, dando todas nuestras pertenencias y todo lo que poseemos, todo nuestro tiempo, toda nuestra voluntad, todo lo que somos a Jesús.
Y por supuesto que no es solo la venta sino también la emoción, el gozo por la compra.
Entonces, cada vez que podemos vender un poquito, entonces compramos un poquito, y cuando vendemos más, podemos comprar más.
Enumeremos algunas de las cosas que podemos comprar de Dios.
a.- Comprar Vino.- 
Isaías 55: 1 – 2     
1 A TODOS los sedientos: Venid a las aguas; y los que no tienen dinero, venid, comprad, y comed. Venid, comprad, sin dinero y sin precio, vino y leche.    2 ¿Por qué gastáis el dinero no en pan, y vuestro trabajo no en hartura? Oídme atentamente, y comed del bien, y deleitaráse vuestra alma con grosura.  

Sabemos bien que aquí no se habla de la comida material porque quien va a deleitarse es el alma y no el estómago físico; Algunas veces se usa, en la Palabra de Dios al vino como una figura de la Sangre Resucitada del Señor Jesucristo y también puede significar el gozo que viene con la Unión con Su Preciosa Sangre.
Cuando Jesús ofreció la Copa de vino a Sus discípulos en la Última Cena, dijo: Y tomando el vaso, y hechas gracias, les dio, diciendo: Bebed de él todos.   Mateo 26: 27.  
Debemos regresar al Tabernáculo del Antiguo Testamento para entender que es TODO en esta copa de bendición.
Nuestra primera experiencia con la SANGRE es cuando la recibimos como ofrenda por nuestro pecado al momento de aceptar a Cristo como el Salvador, el día de nuestra salvación, pero eso no es todo.
Hay también la Sangre de Consagración en la ofrenda del Todo Quemada y además la Ofrenda de Paces la cuál trae como resultado una mayor Unión con Jesús. 
No podemos beber TODO de la Sangre de las ofrendas a menos que esto sea abierto nuestro entendimiento a través de la Palabra de Dios, y solo así la podemos beber por fe.
Así que estamos invitados a comprar el vino, y hay mucho vino en la Palabra de Dios, porque está llena de deliciosas verdades que llenan el alma con intoxicantes emociones y embriaga el corazón con el éxtasis de Su Gloriosa Presencia y Poder.
Cuando Dios nos permite estar embriagados espiritualmente, lleva a nuestras almas a alturas celestiales, y nos viste con nuevas porciones de Gloria.
Es maravilloso beber hasta el éxtasis el vino, el aceite, el placer de la Palabra de Dios.
b.- Comprar Leche.- 
La leche es la sinceridad y la pureza de la Palabra de Dios.
Pedro exhortó diciendo: “Desead, como niños recién nacidos, la leche espiritual, sin engaño, para que por ella crezcáis en salud” 1ª Pedro 2: 2.
Que privilegio el humillarnos delante de Dios y venir como recién nacidos y poner nuestra boca en el gran pecho de la Palabra de Dios y esperar que el Espíritu Santo nos envíe una pura, santa revelación viviente de esa Leche que nutrirá nuestra alma; Leche sin adulterar.
Al tomar esta leche, el hombre carnal trataré de desecharla, separando la rica crema de verdad diciendo: “No necesitamos esto…eso pertenece a otra dispensación….esto es muy diferente a nuestra educación….no es lo que nos enseñaron nuestros padres…esto hiere nuestro orgullo y dignidad…etc.”
Y entonces, cuando el hombre termina esta separación quitando la rica crema de la realidad de la verdad, solo le queda: Leche descremada, porque toda la realidad de la Verdad se quedó en la nata de la leche.
Esto evita que podamos engordar. Pero ahora somos invitados a comprar verdadera leche que hará que nuestras almas engorden.  
Compra la verdad, y no la vendas; La sabiduría, la enseñanza, y la inteligencia. Proverbios 23: 23.
El vino y la leche son figura de la verdad que debemos comprar. Y solamente de esta manera podemos comprarla…vendiendo todo.
Entonces es nuestra responsabilidad mostrarlo a otros, no comercializarlo. 

Al poner la mesa delante de la Palabra de Dios delante de los demás, nos convertimos solo en testigos de la verdad, entonces Dios mostrará algo que deben vender antes de poder comprar algo para ellos mismos.  La Ley de Dios establece que debemos trabajar para poder comer.
c.- Comprar oro.-  
Apocalipsis 3: 18     
Yo te amonesto que de mí compres oro afinado en fuego, para que seas hecho rico, y seas vestido de vestiduras blancas, para que no se descubra la vergüenza de tu desnudez; y unge tus ojos con colirio, para que veas.  

El consejo fue dado a la Iglesia de Laodicea: Compra oro que ha sido probado por el fuego. 
Sabemos que esta Iglesia de Laodicea había dicho que era RICA Y SIN NECESIDAD, mis bienes han aumentado.
Pero Dios vio otra cosa en ella: Su relación con Dios era vil, miserable, pobre, ciega y desnuda.
La dispensación de estos últimos días antes de la Venida del Señor Jesús es igual; La Iglesia de hoy dice: “Yo soy Rica” Sin embargo Dios nos Empuja a vender nuestros ídolos, estorbos y auto justicia para que podamos comprar el vino y la leche de la Palabra de Dios.
Su Voluntad está escondida en la Palabra de Dios, entonces podemos comprar este oro de Poder de Resurrección y la Gloriosa revelación de la Voluntad de Dios.
d.- Vestiduras blancas,.  Claramente en este versículo de Apocalipsis 3: 18 dice que podemos comprar vestiduras blancas a fin de que no estemos desnudos.
Esto no se refiere a la Salvación, porque está hablando a una IGLESIA y ya sabemos que la salvación es gratuita, porque es un Don de Dios; No podemos comprar la Salvación.
Las vestiduras blancas son otra capa de vestiduras de poder espiritual que el cristiano debe vestir al hombre espiritual
Ninguno podrá presumir que la MINA DE UNIDAD con la cuál empezó, y que fue dada por el noble la obtuvo al trabajar.

Pero el agregar una capa más, dependerá de nuestra búsqueda personal para comprar algo de parte de Dios.
Cambiando lo que tenemos en nosotros mismos, por una PARTE de Dios.
No podemos vestirnos de vestiduras blancas entre tanto que no permitamos que Jesús venga dentro de nosotros y nos indique el camino que debemos seguir.
C.- LOS CIUDADANOS LO ODIABAN.
Lucas 19: 14      
Empero sus ciudadanos le aborrecían, y enviaron tras de él una embajada, diciendo: No queremos que éste reine sobre nosotros.    
Nótese la distinción hecha en la parábola.
Los siervos del noble recibieron su palabra y le sirvieron, pero los ciudadanos le odiaron y le rechazaron.
Los ciudadanos fueron la gente que vivió en el tiempo de Jesús cuando Él estuvo en la tierra, entonces deducimos que el Hombre Noble es Jesús, y los siervos son los creyentes quienes recibieron una mina del Noble, pero los ciudadanos no recibieron nada.
D.- LOS CIUDADANOS LO RECHAZARON.
A los siervos les fue encomendada la responsabilidad del regalo de aquella mina, pero después de que el Noble había partido, los ciudadanos le enviaron una palabra: NO QUEREMOS TENER A ESE HOMBRE QUE ESTÉ ENTRE NOSOTROS, NI QUE ESTÉ SOBRE DE NOSOTROS. 
Este Hombre no era un Rey, pero los ciudadanos rechazaron la idea de que Él reinase sobre de ellos.
III.-  EL JUICIO DEL NOBLE.
A.- JUZGANDO A SUS SIERVOS
Lucas 19: 15  Y aconteció, que vuelto él, habiendo tomado el reino, mandó llamar a sí a aquellos siervos a los cuales había dado el dinero, para saber lo que había negociado cada uno.
El Noble regresó como lo había prometido y lo primero que hizo es llamar a juicio a Sus siervos.
Los juzgó primero, porque a ellos les había dado las minas, en la Palabra de Dios queda muy claramente establecido que al que mucho se le da, mucho se le demanda.  Jesús va a requerir de nuestras manos, lo que Él a puesto en ellas.
1.- PRIMER SIERVO.-  
Lucas 19: 16.-  
Y vino el primero, diciendo: Señor, tu mina ha ganado diez minas.  El número 10, es el número de la Ley.
Este siervo había estado ocupado durante la ausencia del Amo, porque con una sola mina había ganado 10 minas; vendiendo y comprando finalmente había llegado a tener esta Unión completa, la completa relación de conocer al Esposo Celestial.
El juicio para este siervo fue: “Buen siervo”  17 Y él le dice: Está bien, buen siervo; pues que en lo poco has sido fiel, tendrás potestad sobre diez ciudades.  Ahora le encomienda reinar sobre 10 ciudades. 
Dios siempre va a recompensar el trabajo y la obediencia de sus siervos, aunque algunas veces parece muy tardado, la realidad es que todo tendrá un pago.
2.- EL SEGUNDO SIERVO.- 
19: 18   Y vino otro, diciendo: Señor, tu mina ha hecho cinco minas.  
Recordemos que este siervo había recibido una mina, y este siervo también estuvo ocupado en vender y comprar, pero la diferencia con el otro es que solo ganó 5 minas más.
El juicio lo encontramos en el verso 19:  Y también a éste dijo: Tú también sé sobre cinco ciudades.
3.- OTRO SIERVO.-
19: 20 y 21:      
20 Y vino otro, diciendo: Señor, he aquí tu mina, la cual he tenido guardada en un pañizuelo: 21 Porque tuve miedo de ti, que eres hombre recio; tomas lo que no pusiste, y siegas lo que no sembraste.  

Nótese que no dice que llamó al tercer siervo, este es designado como cualquiera de los otros siervos, pero este otro no tenía nada que mostrarle en cuanto a la mina recibida, pero la había escondido en un pañizuelo, previniendo de este modo que la mina no pudiera trabajar en el corazón del siervo, porque había decidido no tener comunión o unidad con la mina.
Este siervo falló en no comprar y vender, no comerciar con sus ídolos estorbos, los cuales le darían el poder de comprar para incrementar aun una sola mina más, la mina de unidad que le había sido dada.
Su excusa fue: “Porque tuve miedo de ti, que eres hombre recio”  Esto no es verdad en cuanto nos referimos a Jesucristo, pero este hombre se había creado sus propios conceptos acerca de su Amo.
Generalmente pensamos que un ídolo es una figura, la cual ha sido tallada en madera o piedra. 

Pero la palabra no se limita a ese in significado, y nos da la idea de cualquier falso pensamiento o idea en nuestra mente.
Cuan frecuentemente nos inclinamos y reverenciamos a los ídolos de nuestras propias ideas y adoramos nuestros propios pensamientos. 
Esto es lo que pasó con este siervo, pero continuó diciendo: tomas lo que no pusiste, y siegas lo que no sembraste.

¿Quién ha sabido que se puede segar donde no se ha sembrado? Por lo tanto entendemos que esta era otra idea falsa, que lo llevó a una falsa acusación en contra de su Amo.
Entonces el Amo le dijo: 

22 – 26     Mal siervo, de tu boca te juzgo. Sabías que yo era hombre recio, que tomo lo que no puse, y que siego lo que no sembré; 23 ¿Por qué, no diste mi dinero al banco, y yo viniendo lo demandara con el logro? 24 Y dijo a los que estaban presentes: Quitadle la mina, y dadla al que tiene las diez minas. 25 Y ellos le dijeron: Señor, tiene diez minas. 26 Pues yo os digo que a cualquiera que tuviere, le será dado; mas al que no tuviere, aun lo que tiene le será quitado.

Este es el juicio que el Hombre Noble hizo con tres de sus 10 siervos.

De los otros 7 nada se nos habla, y puesto que la Palabra de Dios guarda silencio sobre de ellos, entonces para nosotros se convierte en un misterio, sin embargo, el Señor Jesús quiso enseñar a Sus discípulos que hay tres clases de gentes, una que en su crecimiento solo llegará a la categoría del Atrio, que guarda lo que le fue dado al principio pero que no hace nada por crecer en la Unión con el Amado, otra clase que llegará hasta el Lugar Santo porque se esforzó por llegar a 5 en la Unión con el Amado Señor Jesús, y una tercera clase que llegará hasta el Lugar Santísimo del Tabernáculo del Antiguo Testamento, porque se esforzó en llegar a 10 minas, es decir, una completa unión con Jesús.
Rev. Natanael Montes de Oca