Hermanos la vida no siempre es navegar viento en popa, también tiene tormentas y en la vida del Apóstol Pablo, Dios nos da enseñanzas para nuestras vidas diarias. La Biblia nos enseña en el libro de Hechos:
29 Y temiendo dar en escollos, echaron cuatro anclas por la popa, y ansiaban que se hiciese de día.
30 Entonces los marineros procuraron huir de la nave, y echando el esquife al mar, aparentaban como que querían largar las anclas de proa.
31 Pero Pablo dijo al centurión y a los soldados: Si éstos no permanecen en la nave, vosotros no podéis salvaros
44 y los demás, parte en tablas, parte en cosas de la nave. Y así aconteció que todos se salvaron saliendo a tierra.
Hechos 27:29-31,44
El apóstol Pablo iba camino a Roma como prisionero, cuando surgió una gran tormenta. La nave era fuertemente sacudida por la tempestad. Ni el sol ni las estrellas habían aparecido durante muchos días. Toda esperanza de ser salvados de la tormenta estaba perdida. El ángel de Dios apareció a Pablo diciendo que Dios le había dado su vida y la vida de todos los que navegaban con él. Aquí hay algunas lecciones preciosas. Primero, el siervo de Dios, que se dedica a los negocios del Señor, encontrará crueles tormentas. No todo es "un viaje soleado" en el mar de la vida. Las tormentas son bendiciones disfrazadas. Cuando las tormentas son recibidas bajo la soberanía de Dios, incrementan nuestra fe y descanso en Dios. Estos días si Dios trae tormentas a nuestras vidas es por que quiere incrementar nuestro amor y fe por El. Que Dios los bendiga mucho.