OCTUBRE 2009

En los Juegos Olímpicos de verano de 2004, el atleta estadounidense Matthew Emmons estaba listo para su disparo final y alcanzar la medalla de oro en rifle tres posiciones cincuenta metros. Se encontraba tan por delante de los otros competidores que lo único que tenía que hacer era enviar una bala a cualquier lugar dentro del círculo interior del blanco y obtendría la medalla de oro.
Se preparó de manera mental. Contuvo la respiración. Apuntó. Entonces disparó. La bala atravesó justo el blanco.
Con todo, se quedó sorprendido cuando no sonó el tono que indicaba diana. Emmons entonces comprendió que disparó en la diana equivocada. De la primera posición y de una medalla de oro garantizada, cayó hasta la octava posición.